El Cabildo va a dar un impulso decidido este mandato al programa estratégico para la gestión de residuos orgánicos domésticos, La Palma Orgánica, con la finalidad de promover una isla más sostenible y social. Con esta finalidad, la Consejería de Servicios y Cambio Climático, en colaboración con ADER La Palma, ha contado para la revisión y actualización de este programa con el especialista encargado de su redacción en el año 2015, Ramón Plana.
La consejera del área, Nieves Rosa Arroyo, presentó en rueda de prensa, acompañada por Plana y representantes técnicos del Cabildo y ADER La Palma, las líneas de este programa que busca “atajar la fracción resto, es decir, los residuos domésticos mezclados que llegan al Complejo Ambiental”, mediante la prevención, la reducción y la separación y compostaje en origen. “La principal fuente de vertidos ahora mismo en el Complejo Ambiental es la fracción resto, la bolsa gris, de ahí la importancia de que trabajemos fomentar la separación correcta de la materia orgánica en origen, para lo que tenemos que descentralizar su gestión”, ha dicho.
Arroyo concretó que la fracción orgánica de los residuos urbanos (biorresiduos) supone de media el 32% en masa de los residuos urbanos que se generaron en la isla de La Palma en 2018. En cifras, en los municipios donde está implantada la recogida selectiva con el quinto contenedor marrón, se está recogiendo un 29% de materia orgánica de los generados. Una cifra que, como indicó la consejera, pone de manifiesto que “aún queda un importante camino por recorrer”.
La consejera puso el acento en la importancia de avanzar hacia un modelo descentralizado, teniendo en cuenta la distribución poblacional y la propia orografía de la Isla. En este sentido, indicó que el 52% de la población de la isla reside en núcleos poblacionales de menos de 1.000 habitantes, mientras que el 31,5% del total lo hace en núcleos de población de entre 100 y 500 habitantes. El 87,8% de todos los núcleos de población de la isla tienen menos de 500 habitantes y de estos, más de la mitad (52%) tienen menos de 100 habitantes. “De ahí la importancia de descentralizar la materia orgánica en la isla de La Palma y por eso estamos empeñados en dar un impulso decisivo a este proyecto durante este mandato”, insistió.
La consejera destacó la importancia de la separación y compostaje en origen de la materia orgánica, la única fracción que se puede reutilizar como un recurso donde es generada. En este sentido apuntó a la importancia de seguir fomentado las composteras comunitarias y domésticas; plantas de compostaje o las vermicomposteras. Esta apuesta también va a traer consigo la mejora de otras fracciones como la de la agricultura o la fracción de restos de podas, necesarias para elaborar un buen compost.
Arroyo puso el acento también en el impacto que tendría el desarrollo de este modelo en el mercado laboral, dada la oportunidad que representa para crear puestos de trabajo, con figuras como el del maestro compostador y otra serie de operarios y técnicos que son necesarios para la gestión del proceso de compostaje.
Por otra parte, valoró que los cuatro puntos limpios que existen en La Palma presentan una importante demanda por parte de los ciudadanos y están recibiendo muchos más residuos que en años anteriores. En concreto, indicó que entre 2013 y 2018, se ha producido un incremento de un 48% en las visitas a estos espacios. Además, señaló que el Cabildo está estudiando convertir uno de los puntos limpios solo para las empresas y también la puesta en marcha de un punto limpio móvil, para acercar este servicio a la población.
Por último, la consejera hizo un llamamiento a la implicación de la ciudadanía en este proceso de avance que se va a llevar a cabo a través de La Palma Orgánica. “Sin la participación de todos, no vamos a poder avanzar”, aseguró.
Ramón Plana, por su parte, destacó que el modelo que impulsa este programa es de aprovechamiento integral de los residuos. “Es una isla con una orografía y una dispersión de la población muy característica, con agricultura, con unos medios naturales impresionantes y con un foco de turismo. Ahora queremos poner todos estos medios para desarrollar un modelo de gestión de residuos acorde a estas características”, indicó.
Subrayó que la materia orgánica “es la única fracción que podemos transformar como un recurso, la podemos devolver al suelo, suelos que cada vez son más pobres en materia orgánica, de la que depende su fertilidad”. “Un residuo que hoy en día estamos vertiendo, vamos a verlo como un recurso que podemos aprovechar localmente”, añadió.
En líneas generales, Plana explicó que el programa busca que “en todos los sitios donde sea posible, especialmente en las zonas rurales, más dispersas, la materia orgánica no salga de donde se genera y se gane en un producto de calidad, que pueda ser devuelto al entorno”. Una actuación que no solo tendrá un efecto ambiental beneficioso, sino que se genera a la vez un modelo de economía circular. “Lo que era un residuo, se convierte en un recurso, que genera puestos de trabajo, que genera un impacto en la agricultura, que puede permitir que entren conceptos como el de agricultura en ecológico”, explicó.
Plana aseguró que una vez se haya sacado la materia orgánica de la fracción resto, empezaremos a ver que la separación de los demás elementos (envases, vidrio, papel) como algo mucho más fácil y recogeremos más y de más calidad, lo que nos permitirá incrementar los índices de reciclaje. “Y así podremos avanzar hacia un modelo que cumpla los objetivos que nos marca Europa, que cada vez van a ser más exigentes”.
Ramón Plana participa esta tarde en unas jornadas organizadas por el Cabildo Insular de La Palma y ADER La Palma: El compostaje como alternativa de gestión de desechos orgánicos. Se celebran en el Museo Arqueológico Benahoarita, en Los Llanos de Aridane, y comienzan a las 17:00 horas.