“La Escuela Unitaria es fundamental para el desarrollo del medio rural”
Esta semana en GENTE RURAL entrevistamos al profesor y coordinador del Colectivo de Escuelas Unitarias de Fuencaliente – Villa de Mazo.
LA DISTINCIÓN ‘VIERA Y CLAVIJO’ A LAS ESCUELAS UNITARIAS ES UN NUEVO RECONOCIMIENTO A LA VALIDEZ DE UN MODELO EDUCATIVO DE CALIDAD QUE SIGUE SIENDO PROTAGONISTA DE LA VIDA Y DINAMIZACIÓN DE LOS BARRIOS DE LA ISLA. A PESAR DE LAS DIFICULTADES, SU IMPORTANTE LABOR SE MANTIENE GRACIAS AL EMPEÑO Y CONSTANCIA DE PROFESORES COMO ÁLVARO MARTÍN CORUJO.
La Palma cuenta en la actualidad con treinta y tres Escuelas Unitarias, ¿cómo han recibido este reconocimiento? Es un premio a varias generaciones de maestros y maestras que con su labor han conseguido prestigiar un modelo que ha sido clave a la hora de cubrir las necesidades de escolarización de la isla. Un reconocimiento merecido a las primeras escuelas y a una apuesta diferenciada por un aprendizaje cooperativo en el que interviene toda la comunidad educativa. Se distinguen también nuestras principales señas de identidad: la educación en valores y la conservación de la cultura popular.
Aunque han pasado por momentos difíciles, amenazas de cierre incluidas, ¿el tiempo parece darles la razón? Gracias a la dedicación, esfuerzo y trabajo continuo que realizan muchas personas hemos conseguido reforzar un modelo que es fundamental para la pervivencia y desarrollo de las medianías, para el futuro de los barrios. Antes se nos veía como escuelas de segunda, se creía que aquí se pasaban los primeros años y luego se iba al colegio grande donde te brindaban la educación de calidad. Esa percepción ya no existe, y no sólo eso, hemos conseguido que se ponga en valor nuestra metodología de trabajo, más inclusiva, personalizando la educación del alumnado y especializándonos en la atención en grupos multinivel.
“Estamos en pie de igualdad con cualquier otro modelo educativo, con nuestras propias singularidades y logrando objetivos inalcanzables”
Estamos en pie de igualdad con cualquier otro modelo educativo, con nuestras propias singularidades y logrando objetivos que parecían impensables. ¿Poder contar con nuevos servicios como los comedores escolares es otro de los retos conseguidos este año? Es un gran logro para nosotros. Tenemos dos comedores funcionando perfectamente, inaugurados en mayo por la propia consejera en ‘El Granel’ en Puntallana y en ‘La Rosa’ en Villa de Mazo. Se decía que no era viable y ahí estamos. Es cuestión de voluntad.
¿Cómo es el día a día en una Escuela Unitaria? ¿Cómo influye la mezcla de niveles en el aula? Es una forma de trabajo que bien organizada es muy positiva, ya que se apoyan unos a otros. Los niños que son mayores hacen de tutores de los pequeños, no hay mejor forma de desarrollar el intelecto que expresarlo. A nivel pedagógico, cuando los maestros están explicando algo, aunque estén en otras tareas, ellos también lo escuchan y cuando les llega el momento de la explicación, ya lo tienen adelantado, les suena. Se trata de un aprendizaje más cooperativo, hay una solidaridad que recoge muy bien el himno de las Escuelas Unitarias: “Ya quiero ser grande, para cuidar de los pequeños”. Otro factor que destacaría es la participación activa de las familias en la educación de sus hijos, que se ve favorecida al ser menos formal. En otro tipo de centros tienes que pedir cita, no puedes ir a mitad de mañana ni todos los días. Nosotros siempre decimos que los problemas los solucionamos cuando los padres llegan por las mañana y hablamos con ellos. Su implicación es clave en las actividades, creamos un vínculo que se traslada a la comunidad.
Sin las familias, el medio rural desaparece… Exactamente. Creemos que es fundamental seguir sumando nuestro granito de arena. En La Palma, y en toda Canarias, tenemos un grave problema de despoblamiento y envejecimiento, que solo solucionaremos dotando a las medianías de nuevos servicios y de actividad económica, que deben llegar de la mano. Desarraigar a los pequeños y la centralización no ayuda. Un ejemplo es Garafía, donde se cerraron las ocho escuelas de los barrios en favor del núcleo principal y al final, muchas familias han preferido irse a otros municipios. servicios y de actividad económica, que deben llegar de la mano. Desarraigar a los pequeños y la centralización no ayuda. Un ejemplo es Garafía, donde se cerraron las ocho escuelas de los barrios en favor del núcleo principal y al final, muchas familias han preferido irse a otros municipios.
De las iniciativas que realizan durante el curso implicando a todos los centros, ¿cuáles destacaría? Damos mucha importancia al trabajo en valores, tenemos por ejemplo la actividad del Día de La Paz en Santa Cruz, el Día de la Escuela Unitaria el 5 de junio o la acampada que hacemos en torno a los Derechos de la Infancia. Nos gusta abordar el tema de las tradiciones, la identidad e idiosincrasia de los barrios, por lo que celebramos una romería en un municipio diferente de isla cada año y dinamizamos iniciativas relacionadas con la cultura popular, los cultivos, los aljibes, etc. que implican a las familias.
Otro ejemplo de ello fue la celebración del 50º Aniversario del colegio de La Sabina, ¿cómo vivieron este reencuentro? Fue muy bonita la celebración, muy emotiva, precisamente por la posibilidad de reunir a las diferentes generaciones que han pasado por este centro. Somos una gran familia y juntos, seguiremos defendiendo la educación como uno de los valores más importantes de nuestra sociedad.
EN IMÁGENES: EL 50º ANIVERSARIO DE LA ESCUELA DE LA SABINA REUNIÓ EN MAZO A VARIAS GENERACIONES