José Esteban Lorenzo Pérez nos descubre el mundo de la pitaya

José Esteban Lorenzo Pérez, presidente de la Asociación de Productores de Pitaya (PITAPALMA), espera que en un futuro este cultivo se convierta en una renta complementaria de los agricultores de la isla, aunque es muy complicado que llegue al nivel del plátano, el aguacate o el mango.
PITAPALMA nació con el objetivo de fomentar el cultivo de esta fruta en la isla, defender al agricultor, comercializar su producción, marcar el precio justo de la fruta y abrirse hueco en un mercado tan competitivo como el actual.
La particularidad de esta fruta exótica está en que se adapta muy bien a la climatología insular y requiere de muy poca agua. Además, el uso de fertilizantes es mínimo, así como la mano de obra es menor en comparación con otros cultivos.
¿Cuándo comenzaste a cultivar la pitaya?
Soy agricultor de una finca de plátanos, empecé a cultivar pitaya hace unos once años como un hobby y por la curiosidad de tener algo diferente. Había escuchado que cruzando el polen de distintas variedades de pitayas podía tener como resultado un fruto de buena calidad, aproveché el espacio libre que tenía en el huerto, y comencé a sembrarlas.
¿Tuviste alguna formación sobre el cultivo de la pitaya?
La formación que he tenido ha sido a través de las investigaciones que he realizado por internet. También vi un estudio, de hace unos 15 años, que realizó el Cabildo de Tenerife referente a las pitayas en el sur de Tenerife, pero la zona (temperatura, luz, humedad, etc.) era muy diferente a la isla La Palma, y fue realizado solo a unas variedades de pitayas, así que me tocó probar y experimentar sobre el cultivo aquí en esta zona este de la isla.
¿A qué mercado va dirigido este fruto?
Principalmente a los turistas, a través de hoteles y restaurantes. La gente de aquí la consume poco, aunque ya la van conociendo, porque no hay costumbre. La asociación PITAPALMA la comercializa principalmente en hoteles de alta gama y restaurantes de Canarias y la Península, así como en algunos supermercados. Este año, debido al poco turismo ha tenido más salida en los supermercados de La Palma y otras islas. Si queremos progresar la meta es que nuestra gente la conozca y sea un fruto a comercializar dentro de la isla.

Hylocereus Undatus (Pitaya roja y pulpa blanca)
¿Dónde pueden obtener información los futuros agricultores de pitaya?
Invito a los agricultores o a cualquier persona que quiera incursionar en el cultivo de las pitayas, a que se acerque a la asociación de PITAPALMA, donde podrá recibir asesoramiento y toda la formación para su cultivo, así como nuestras experiencias, fallos y aciertos.
¿Cuáles fueron los principales problemas que encontraste para iniciar la actividad?
El principal problema lo encontré nada más empezar, porque en La Palma no había ninguna información relativa a su cultivo, polinización, plantación y recolección. Aunque la pitaya lleva en la isla muchísimo tiempo, quizás pueda llevar aquí casi dos siglos o más, siempre la hemos conocido como una planta ornamental y no por sus frutos
Las pitayas por sí solas no dan fruto, o son poco comerciales. La flor abre una sola vez por la noche y debe ser polinizada manualmente, entrecruzándola con otra variedad para garantizarnos frutos de gran tamaño y calidad que se puedan comercializar.
Si son polinizadas por otros insectos pueden dar un fruto de mala calidad y muy pequeño.
Por tanto, las mayores complicaciones son la polinización y el coste del tutoreo.

Selenicereus Megalanthus (Pitaya amarilla)
¿Y cuáles serían las ventajas?
Se puede dar con facilidad en zonas de medianías y costas de La Palma. Es una planta que necesita muchas horas de luz, y la tenemos por la situación geográfica de la isla. La pitaya necesita poca agua, materia orgánica, fertilizantes y trabajo moderado, por todo ello es fácil de gestionar el cultivo en ecológico. Es una planta que puede durar muchos años, siempre que le hagamos podas de rejuvenecimientos. Se puede sembrar en los laterales de la huerta, cercano a las paredes, en cualquier espacio, como cultivo complementario. En líneas generales no lleva mucho trabajo, porque los trabajos se centran en las podas, en la polinización, cuando comienza la época de la floración, que se debe hacer de noche si quieres tener cosechas, y también la recolección requiere algo de tiempo porque es una fruta delicada.
¿Cómo contribuye este proyecto al desarrollo de la isla?
La pitaya puede dinamizar los terrenos que están perdidos, ponerlos en marcha. Su cultivo se puede realizar de forma ecológica, todos los insumos son normalmente producidos en la misma finca, como es mi caso, o de producción local.
Yo tengo 15 variedades de pitayas sembradas, pero en La Palma debe haber más variedades. La pitaya roja con pulpa blanca (undatus), roja con pulpa roja (varias) y la pitaya amarilla son las variedades principales.
La cosecha de las pitayas rojas comienza con las primeras flores entre abril y mayo y finaliza con las últimas en septiembre u octubre. Sus frutos están listos para su recolección entre 40 y 50 días después de la polinización, depende del tipo de pitaya.
Las oleadas de la floración fuerte se realizan cada 28 días. Cada variedad puede no coincidir entre si con la floración. Su recolecta comienzan entre junio hasta mediados de noviembre.
La pitaya amarilla comienza la primera floración en junio, la segunda a final de agosto y la tercera y última en noviembre. El fruto tarda entre tres y cinco meses en madurar. La recolección de la pitaya se debe hacer manualmente y se aconseja que madure en la planta para tener los grados de azúcar más altos (brix). El cultivo contribuye además a la recuperación del paisaje agrario.
¿Qué consejo les darías a otros agricultores que quieran empezar en esta actividad?
Primero les invito acercarse a la asociación de PITAPALMA para informarse de todo lo relativo al cultivo de las pitayas. Otro consejo sería comenzar como un cultivo complementario. Para aquellos que piensen vivir de la pitaya, les diría que estudien la viabilidad, dispongan de una gran superficie de tierra para tener mayor producción. Además, les aconsejaría que el cultivo fuese en ecológico, así se diferenciarían de otros agricultores de fuera de La Palma. La Pitaya es un cultivo que puede ser viable, aunque su rentabilidad solo el tiempo lo dirá.
CONTACTO
Asociación PITAPALMA
Calle Vicente Cruz Gil, 9 -38712 – Breña Baja, S/C de Tenerife (España)
Página web: www.pitapalma.com
Facebook: @asoc.pitapalma
Este contenido ha sido redactado por ADER La Palma dentro del proyecto PROMOCIÓN DE PROYECTOS DE DESARROLLO RURAL con la financiación de: